En el borde de la vereda y el malecón miraflorino se han colocado plantas que se han convertido en un inmenso cerco vivo, propicio para que los que desean deshacerse de su desmonte puedan realizarlo con toda comodidad.
Restos de piedras, vidrios, ladrillos, maderas, etc se observan al otro lado de dichos cercos.
¿Y fiscalización, los serenos, el personal de limpieza y sobre todo los funcionarios municipales que se las pasan corriendo por la zona? . . . ¡no se dan cuenta.!
No hay comentarios:
Publicar un comentario