La desaparición de los tachos miraflorinos, creo que se debe exclusivamente al mal olor que emanan los restos fecales de los perros.
Al ser de cuartenta mil perros los que defecan dos veces al día, esos tachos están llenos de excremento, que las señoras de limpieza púlica debne asear, con las posibles enfermedades a la que están expuestas.
Pero además que muchos tachos han desaparecido, la mayoría que quedan se encuentran rotos, oxidados, y descuadrados.
La comuna debería realizar una revisión periódica de estos activos, así como de los ladrillos sobre pistas y veredas, los cuales se salen del lugar donde fueron colocados. ello puede causar accidentes tanto a los peatones como a los vehículos.
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