Hasta ahora no comprendo dónde se encuentra la diferencia entre los productos que se expenden en cualquier mercado, con los que venden en la bioferia.
Al igual que en los mercados, el personal despacha con la misma mano con la que recibe los billetes.
Casi ninguno tiene uniforme, sólo un simple mandil y el cabello suelto.
Los productos no se encuentran embolsados.
Existe mucho desorden en la comercialización.
Se ofrecen productos que nada tienen que ver con la bioferia, como ropones y aretes.
Mientras tanto el deterioro de los jardines es evidente.
Las fotografías son de ayer 29 de febrero del 2020.
A varios de los empleados los capté tocándose el rostro. |
El vestuario de los despachadores no es el apropiado. |
A varios de los empleados los capté tocándose el rostro. |
Muchos de los vehículos estaban mal estacionados |
A varios de los empleados los capté tocándose el rostro. |
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