Es lamentable que los vecinos miraflorinos que tiene perros no se preocupen en evitar que sus mascotas orinen y defequen en toda la ciudad.
Las rejas de mi hogar así como las de muchos otros predios sufren constantemente de los efectos de los orines caninos, porque cuando un perro orina, en pocos momentos varios otros perros tienden a realizar el mismo acto, sin que los dueños les intertese que están malogrando propiedad privada.
Igual sucede con muchos árboles y farolas de la ciudad, los cuales pertenecen a la comunidad, y por la cantidad de orines, lucen secos y oscuros, y muchos de lelos con fragilidad por lo contaminante que resultan esos líquidos.